Un año más la Navidad ha llegado. Lo ha inundado todo con sus luces; la ilusión nos rodea a todos, mayores y pequeños. Los árboles y Belenes decoran casas y comercios, los villancicos suenan en las calles...el aroma lo envuelve todo. Recuerdo siempre con mucha ilusión esas cenas de cuando era pequeña y nos reuníamos todos en mi casa, mis padres, abuelos, tíos y primas. La mesa engalanada, las velas encendidas, las luces del árbol...el aroma a sopa, mi plato preferido, con sus taquitos de jamón, sus picatostes y su huevo duro picadito. Las gambitas, el picoteo de jamoncito, caña de lomo y queso viejo; la carne, la ensaladilla y mi parte preferida de la cena: mantecados y turrones. Y es que claro, de pequeña en estas fechas no me dejaban tocar nada en la cocina, y siempre me encargaban poner la mesa y preparar las bandejas con los turrones y mantecados...cosa que hacía con mucha ilusión! Muchas cosas cambian, pero lo que sigue intacto es mi ilusión por la Navidad. Se respira un ambiente distinto. En este post no os voy a contar ninguna de mis recetas, porque soy novatilla en esto y la cena de Nochebuena la sigue preparando mi madre, una cocinera fabulosa que me ha enseñado muchas cosas, de la cocina y de la vida. Y con la que sigo aprendiendo. Así que éste se lo dedico a ella. Enrique y yo nos hemos encargado de la decoración de la mesa y con lo que había por casa hemos preparado este centro con el que aprovecho para desearos una muy Feliz Navidad y que tengais una muy gustosa cena de Nochebuena, que seguro que la teneis porque sois tod@s un@s fabulos@s cociner@s!!Que os dejeis impregnar de la alegría y le hagais un guiño al niño que tod@s llevamos dentro...;)
