viernes, 31 de enero de 2014

Pan casero sin amasado (Ibán Yarza)





    La receta de hoy es muy sencilla y con ella compartimos con vosotros esta primera receta (que vendrán más...) del libro Pan Casero de Ibán Yarza, que me trajeron los Reyes Magos. ¿Habéis preparado alguna vez pan en casa? Nosotros ya hemos hecho varios, y la verdad es que es sorprendente cómo con ingredientes que encontramos a la mano en cualquier supermercado pueden salir panes tan estupendos. Como en todo hay preparaciones más elaboradas y otras más sencillas. Pues en esta no tendréis que hacer prácticamente nada, sólo mezclar los ingredientes y dejar que la nevera haga el resto del trabajo. ¿Os animáis?

NOTA: Es importante remarcar que podéis probar esta receta con la harina que tengáis por casa, nosotros la primera vez usamos de fuerza principalmente y un poco de harina integral, y la segunda vez una mezcla entre harina de fuerza, repostería e integral...y en los dos casos salió un pan buenísimo.





Ingredientes

  • 475 g de harina panificable (si miráis la composición es la que tiene entre un 10 y un 11% de proteínas. Nosotros no teníamos de esta y usamos harina de fuerza.
  • 25 g de harina integral
  • 330 g de agua
  • 10 g de sal
  • 5 g de levadura fresca (o aproximadamente 1,5 g de levadura seca)

Preparación
  • Colocamos todos los ingredientes en un cuenco y procedemos a mezclarlos con las manos. Nos debe quedar una masa bastante pegajosa que se queda un poco pegada en los dedos. No os preocupéis por esto, vamos bien.
  • Si no os queda pegajosa, podéis agregar algo más de agua.
  • Con la mano en forma de pala colocada debajo de la masa, estiramos hacia arriba y plegamos. Repetimos unas 5 veces. (Yo la primera vez no plegué nada la masa y me salió un pan bastante decente).
  • Cubrimos nuestro recipiente con una tapadera o con papel film, dejamos reposar unos minutos y lo metemos en la nevera.
  • Dejamos el pan en la nevera unas 24 horas. Cuando lo saquemos debe haber aumentado de volumen.
  • Si no ha aumentado demasiado, dejamos reposar fuera de la nevera una hora.
  • Enharinamos la superficie de trabajo para echar encima nuestra masa. Formamos una especie de rectángulo, sin aplastar o manipular demasiado la masa. Cortamos por la mitad para obtener dos barritas de pan.
  • Podéis girar los extremos de cada uno de los rectángulos obtenidos para que el pan quede con un aspecto más rústico.
  • Dejamos reposar las dos barritas una hora aproximadamente.
  • Precalentamos el horno a 250º con la bandeja donde vayamos a colocar los panes dentro y situada a media altura.
  • Introducimos los panes y si queremos que nos quede una corteza crujiente podéis pulverizar con agua dentro del horno (la opción que propone Ibán es la de colocar un recipiente refractario en el fondo del horno y echar justo al menter los panes un vaso de agua para crear un golpe de vapor).
  • Dejamos que se cuezan durante 10 minutos y bajamos la temperatura a 220º dejandolos otros 20-25 minutos.




Ya sólo nos queda disfrutar del olor a pan recién hecho y acompañarlo con lo que más nos guste. Estáis más que a tiempo para prepararlo para el desayuno del domingo, o para la cena de mañana...¡pan recién hecho y en casa!Y sin casi esfuerzo, que la nevera hace el 95% del trabajo. 

¡Ah! El pan de las fotos es el que quedó con harina de fuerza. En Instagram tenéis también alguna foto del que hicimos con la mezcla de harinas que os comenté antes, por si os apetece pasaros a ver.

¡Buen fin de semana!
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